Así llegó el fin del mundo. La ambientación en el juego de rol Malefic Time: Plenilunio

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Así llegó el fin del mundo. La ambientación en el juego de rol Malefic Time: Plenilunio

El juego de rol oficial del universo Malefic time, Plenilunio, está ambientado en el universo apocalíptico de la obra de Luis Royo y Rómulo Royo 

Aunque resulta difícil recomponer las piezas de un puzle cuya imagen ni siquiera conoces, no son pocos los que han intentado comprender cómo hemos llegado a una situación como esta. El testimonio de eruditos que han sido lo bastante hábiles para sobrevivir, buscadores que han buceado durante incontables horas en la red y personas tenaces con ansias de encontrar una explicación a lo que sucede en el mundo ha servido para recomponer los hechos que a continuación se relatan, si bien la veracidad de todos ellos está en entredicho. Como suele ocurrir con los hechos históricos, cuánto más nos remontamos más difícil es diferenciar el mito de la realidad, y según parece, la situación que ahora vivimos se inició hace mucho, mucho tiempo.

De acuerdo con la traducción de antiguas tablas sumerias, en la antigua Mesopotamia, cuna de la humanidad, los solares y lunares ya se encontraban presentes, dejando patente su influencia a lo largo de toda nuestra historia. Allí eran venerados como dioses, criaturas que debían ser reverenciadas… y temidas. En esta cuna de las civilizaciones, en la Edad Antigua, los primeros escritos cuneiformes ya hacen menciones sutiles a los alados. Por supuesto, los autores de estos escritos describían la representación física de los alados adaptándola a la estética de la cultura mesopotámica. Aunque los seres sobrenaturales que se describen son hombres de tres metros de altura, con la piel pálida y largas barbas rizadas, es fácil intuir que se trata de solares. Estos celestiales ya influían en el gobierno de las primeras civilizaciones.

Por lo que sabemos, ellos mismos pudieron ser los promotores de la civilización; quizá la escritura no fue más que otro de sus regalos. Desde luego, los métodos para perpetuar la cultura y las normas sociales fueron una herramienta útil para perpetuar la era de Piscis. Sea como fuere, los solares dejaron su presencia mediante la imposición del inmovilismo y el orden celestial. Mientras tanto, los caídos lunares dejaban sus propias improntas en la lucha por romper ese orden establecido que encorseta a la humanidad. Su influencia se hizo más evidente en el Antiguo Egipto, en torno al 1300 antes de Cristo, cuando el faraón Ankhen-Atón cae y le sucede el misterioso Semenejkara. Aquellos teóricos de la conspiración que creen que toda nuestra historia ha estado marcada por solares y lunarecuentan que Semenejkara era realmente Nefertiti, esposa de Ankh-en-Atón, que, aconsejada por un lunar, toma el mando y, adoptando un rol masculino, introduce la idea de la femineidad en las figuras de poder, algo que perduraría en las culturas alejadas de las religiones monoteístas. La influencia de estos seres se hace de nuevo sutil tras la caída del Antiguo Egipto, aunque perdura en forma de leyendas, habitualmente protagonizadas por artefactos místicos. Al igual que los lunares y solares poseen capacidades más allá del potencial humano, lo mismo ocurre con sus herramientas. Los objetos celestiales tienen usos inimaginables, e incluso cuando su función es la misma que su contrapartida mundana, su efectividad es mucho mayor. En la iconografía cristiana aparece el Grial, un objeto santo con propiedades curativas y nutricias.

El caldero de Gundestrup, fechado en el siglo ii, hace referencia a dioses celtas y es a su vez una representación del Caldero de Sangre, al que se atribuyen cualidades de abundancia, inspiración y regeneración. Probablemente no sea coincidencia y tanto el Grial como el Caldero sean símbolos de una herramienta usada por lunares o solares a lo largo de los siglos. La lanza de Longinos sería otro ejemplo: aunque de nuevo la mitología cristiana la convierte en un objeto sagrado, muchas otras leyendas atribuyen a esta arma energías místicas más allá de toda comprensión. En algunas versiones la lanza posee vida propia o está imbuida por un espíritu maligno, en otras es sinónimo de muerte, y en algunas es portadora de ira divina. Como sea, lo más probable es que esa lanza (o lanzas, ya que podría tratarse de más de una) fuera olvidada en algún conflicto pretérito entre anunnakis y sombras.

Durante el Medievo los monjes mantuvieron vivo el recuerdo de solares y lunares caracterizándolos como ángeles y demonios de una forma que ha perdurado hasta nuestros días. Sin embargo, de aquellos tiempos solo se conservan mitos y versiones exageradas de las historias, quizá en parte porque la Orden del Temple, que parecía mantener alguna clase de alianza con los lunares, fue exterminada en Francia en el siglo xiv. En ese momento solares y lunares prácticamente desaparecen de la historia, aunque hay quienes quieren ver su influencia en el Renacimiento y en la Revolución industrial, dos momentos clave que hicieron a la humanidad tal y como era antes de la caída: tecnofílica, complaciente y pagada de sí misma. Como una manzana lista para caer del árbol.

LA CAÍDA (2019-2032) Sin duda alguna, el año 2019 marcó un punto de inflexión. La mayor parte de nosotros no reparamos en la importancia de la llamada «peste neonatal» hasta que fue demasiado tarde. Empezó en Rusia, afectando a madres que sufrían abortos sin pista alguna de lo que podía causarlos. Cuando esta enfermedad comenzó a extenderse a países aledaños como Lituania, Georgia y Polonia, EE. UU. cerró sus fronteras. Cuando el Gobierno ruso salió en todas las televisiones asegurando que estaban trabajando en una cura, la red hirvió con una verdad más siniestra: estaban practicándose abortos «preventivos». Los teóricos de la conspiración dicen que esta deleznable actuación había sido propuesta por los solares, que todavía se ocultaban entre los hombres, pero si existe alguna prueba de ello, está oculta en lo más profundo de algún edificio en ruinas. Ese punto de inflexión vino acompañado de crecientes disturbios en las grandes ciudades. Millones de personas, hartas del capitalismo salvaje que nos había vendido la globalización como una oportunidad, se enfrentaron a los intentos de manipulación cada vez más claros por parte de los gobiernos, y esto propició el fin de todo. Pero la gota que colmó el vaso fue la aparición de lunares y solares. El 26 de julio de 2020 todos lo vimos por la televisión: un hombre alado cayendo del cielo, envuelto en llamas, enzarzado en una lucha con una criatura demoníaca. Ambos peleaban a muerte mientras se precipitaban a toda velocidad sobre Washington. El ser alado acabó empalando a su adversario en el ápex metálico del obelisco monumento a Washington y ascendió a los cielos. Cualquier ser humano con una televisión, móvil u ordenador con conexión a Internet presenció que, como siempre habíamos sospechado, no estábamos solos en el universo

Aquello lo transformó todo: científicos y telepredicadores divulgaban sus teorías por los medios a todas horas, la gente hablaba, los gobiernos callaban… Los teóricos de las conspiraciones creyeron. Se rumoreó incluso que la célebre Área 51 alojaba una nave de estos seres «celestiales» (o alienígenas, según a quién preguntaras). Por supuesto, nada de eso se pudo demostrar con hechos y, a pesar de que en aquellos tiempos todo el mundo tenía una cámara de fotos y una grabadora integrada en sus teléfonos, nadie podía mostrar imágenes más claras que las del incidente del 26 de julio. Ese mismo año, las estructuras sociales comenzaron a derrumbarse, primero poco a poco y después a toda velocidad, como una bola de nieve. Mientras la presencia de los solares era cada vez más evidente, los humanos nos empeñamos en volvernos unos contra otros. Tras los gobiernos cayeron los ricos, y tras ellos, todo aquel que tuviera algo que otra persona pudiera ambicionar. Las personas buscaron compañía en otros semejantes a ellos, uniéndose a bandas, sectas o autoproclamados nuevos gobiernos. Durante los meses siguientes la televisión dejó de emitir y la radio lo hizo poco después. Su frecuencia quedó relegada a los pocos radioaficionados que todavía deseaban comunicarse con los demás, fuera para predicar o para combatir su soledad. Los periódicos aguantaron un poco más, pero al final solo quedó la red, repleta de conocimiento, pero sin que nadie tuviera interés por incrementarla y documentar el presente. Después de todo, ¿quién piensa en dejar algo para las generaciones venideras cuando no tiene un mendrugo de pan que llevarse a la boca? En cuestión de trece años destruimos toda nuestra civilización, para lo bueno y para lo malo.

Llévate a casa Malefic Time: Plenilunio

Hasta el 17 de abril de 2022, llévate de regalo la pantalla del director de juego (DJ) con tus pedidos de edición física de Plenilunio

Plenilunio es un juego de rol ambientado en el rico y complejo universo de Malefic Time, la genial creación de los artistas Luis Royo y Rómulo Royo: un mundo apocalíptico repleto de monstruos y maravillas imposibles de comprender.

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13/04/2022 Nosolorol Ediciones https://www.nosolorol.com/img/nosolorol-ediciones-logo-14727449041.jpg https://www.nosolorol.com/
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