Los juegos de rol son una de las actividades más satisfactorias y emocionantes que existen: pocas formas de diversión pueden llegar a llenar tanto como los juegos de rol. Pero al ser una actividad social, es importante tener siempre presente que el respeto y la empatía deben gobernar todas las sesiones de juego.
Los temas que trata Siete Pecados no se pueden tomar a la ligera, no hay que subestimar el impacto que estos puedan tener en la gente sentada en la mesa. Cada jugador tiene su bagaje de experiencias, incluso traumáticas, y es esencial para la seguridad de la mesa el respeto a la sensibilidad de todas las personas.
El espacio de juego debe ser tan seguro como sea posible, hacedlo lo mejor que podáis. Equivocarse es normal. Aprended de los errores, parad de jugar cuando sea necesario, hablad sobre qué puede mejorar, aceptad las críticas y elaborad un ambiente de juego sano.
La mejor forma de empezar una campaña al usar Siete Pecados es convenir una sesión cero, donde el GM pueda presentar un Estatuto de Intenciones a las personas jugadoras para poner en común perspectivas y expectativas de juego.
Durante la declaración de intenciones, con el objetivo de definir mejor los temas que queráis tratar, recomendamos usar Líneas y Velos, un sistema de seguridad desarrollado por Ron Edwards.
Las Líneas son todas aquellas cosas que un jugador no quiere ver en la escena y aquellos temas que se prefiera evitar completamente.
Los Velos son todos aquellos temas que un jugador acepta jugar, pero no quiere explorar en detalle.
Y sobre todo, grabad también esto a fuego: no tratéis de averiguar por qué alguien en la mesa de juego quiere una Línea o un Velo sobre un tema en particular. Simplemente es así, aceptadlo. Si esa persona quiere explicar por qué quiere una Línea o Velo, lo hará.
Recordad que lo principal es la diversión de todos. Que todas las personas de la mesa se diviertan y estén cómodas jugando. Tratar temas e historias escabrosas y profundas puede ser interesante, como ver una buena película al estilo de «El Silencio de los Corderos», pero recuerda que todas las personas de la mesa deben estar de acuerdo con ver a Hannibal Lecter.
