Cada uno de nosotros somos nuestro propio demonio y convertimos este mundo en nuestro infierno.
―Oscar Wilde
Ésta es la frase más importante de este libro: la función del Sabbat en las historias de Vampiro: La Mascarada es amenazar el statu quo.
En la Quinta Edición de Vampiro: La Mascarada, el Sabbat se presenta como antagonista. La Espada de Caín es indudablemente un mal monstruoso que temen incluso los Vástagos, una Secta de vampiros supremacistas que han dejado de lado los puntos de vista de quienes aún viven al creerse más que simples mortales.
Esto se manifiesta como esfuerzos deliberados del Sabbat para aplastar la identidad individual y remodelarla en pos de los fines apocalípticos de la propia Secta. En última instancia, los vampiros del Sabbat no tienen elección en muchas de las acciones que emprenden. Al entregarse a la Bestia, han dejado de lado el enigma central de la condición vampírica.
Una de las principales ironías (o hipocresías, si prefieres) del Sabbat es que trata de derrocar la opresión mediante un servilismo fanático a Caín. Como miembros de la Mano Negra, los Cainitas rinden su individualidad, ambición y autonomía. Son Vinculados por Sangre, adoctrinados, pierden por completo toda personalidad propia y se les instiga odio hasta el punto de no tener pensamiento crítico
Para ser claros, aquí no se incluyen sistemas o sugerencias con los que retratar al Sabbat como personajes jugadores. Este libro incluye Poderes de Disciplinas, detalles de rituales del Sabbat, información de Sendas de Iluminación, y mucho más, con la intención de que los Narradores los usen para crear historias atractivas en torno a enfrentarse al Sabbat.
