El atractivo camarero con quien crees tener una oportunidad, el repelente taxista en cuyo taxi creíste tener un vahído momentáneo, el estoico miembro de la junta directiva cuyos activos abarcan continentes y siglos. El carismático extremista que organiza una protesta frente a la comisaría, el saboteador que corta verjas en la zona desmilitarizada y la leyenda regional que se lleva a los niños bajo el manto de la oscuridad. El ludópata que nunca pierde una mano o el siniestro hechicero que hace que una embarazada tenga un aborto.
Están en todas partes en este mundo, nuestro mundo, este Mundo de Tinieblas, y depredan a quienes son más vulnerables para ellos: los inocentes, los incorruptos, los humanos y los compasivos.
Sin embargo, el mundo de Cazador: La Venganza es muy similar al nuestro. Sus ciudades son las mismas, está ocupado por la misma gente, que ama lo mismo y se enfrenta a los mismos problemas. Tiene los mismos bares y clubes, las mismas barriadas y rascacielos de apartamentos, las mismas compañías multinacionales y los mismos escándalos. Dicho esto, las diferencias entre nuestro mundo y este Mundo de Tinieblas son importantes.
Lo sobrenatural existe y convive junto a una inconsciente humanidad. Los monstruos son reales: monstruos literales y genuinos, desde vampiros que beben sangre a hombres lobo en frenesí, pasando por fantasmas, brujos e incluso cosas más extrañas. Y estos monstruos literales y genuinos se ocultan en las estructuras y comunidades de la sociedad humana, lo que quiere decir que acechan en cualquier parte.
Los monstruos se han infiltrado en cada nivel de la sociedad. Cualquiera puede ser su presa. Y en un mundo moralmente comprometido, donde la habilidad de obtener beneficios y consolidar el poder tiene preferencia sobre la protección de los vulnerables, los Cazadores tienen un papel que los líderes de la comunidad o las autoridades cívicas dispuestos a hacer la vista gorda no tendrán. Ése es el papel del Cazador, no sólo contarle la verdad al poder, sino proteger a los que de otra forma quedarían desatendidos e ignorados. Desde la perspectiva del Cazador, si el mundo puede ser encauzado de camino a la Venganza, la Caza debe empezar en alguna parte, y lo sobrenatural es la amenaza más inmediata y antitética.
Cultos vampíricos, hombres lobo, hechiceros, brujos y magos, fantasmas e incluso cosas más extrañas aguardan en las sombras del Mundo de Tinieblas.
Todo esto tiene lugar en un mundo que es visualmente casi idéntico a nuestro propio mundo real, pero uno en el que ciertos temas y experiencias toman protagonismo. O más bien, tu grupo de juego contará historias que les den protagonismo. Nos referimos a esta estética, esta perspectiva narrativa dramática, como gótico-punk.
Por una parte, lo gótico entronca con la tradición literaria y la perspectiva emocional como reacción a una realidad. Siempre emocional, el planteamiento gótico enfatiza lo extraño, lo prohibido... y el placer de experimentarlo. La superstición suele contraponerse al racionalismo, se ensalza lo sublime y lo extraño, se yuxtapone lo que es bueno con lo que es malo, lo justo con lo injusto...
Y por otra parte, el punk abraza la rebelión, el cambio, derribar el statu quo. Por definición, los Cazadores de los jugadores encarnan esta ética punk porque son inherentemente agentes del cambio.
Descubre más sobre este juego en su flamante y nueva 5.ª edición que actualiza y mejora todo lo anterior. Descubre Cazador: La Venganza y no dejes que los monstruos gobiernen nuestra sociedad.
Comienza la Caza.
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