Los Juglares en Wraith: El Olvido 20.º Aniversario

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Los Juglares son el Gremio en el que el amor por las canciones, la música y el arte se conjugan para provocar emociones en los demás. 

Los Animados dicen que la música es capaz de amansar a las fieras. En las Tierras de la Piel, esto es una fantasía romántica, pero los Sin Reposo entienden el poder de la música para remover las emociones y provocar que la gente actúe.

El Arcanos de los Juglares se denomina Lamento, y es un Arcanos que recurre a este poder del arte para crear música que proporcione un bálsamo para el alma o que golpee a sus enemigos con la misma letalidad que cualquier espada.

La Marca del Gremio de los Juglares

La marca del Gremio de los Juglares afecta a su aura en lugar de ser algo visible. Si un wraith está cerca de un Juglar y escucha con atención, puede oír sonando débilmente alguna versión de la canción favorita del Juglar en vida, casi como si el Juglar tuviera su propia banda sonora. Cualquier ruido significativo, incluyendo cualquier uso de un Arte de Lamento, ahoga esta música de fondo, pero nunca desaparece por completo.

Muchos Juglares también viajan con alguna clase de instrumento o iconografía musical: una guitarra Reliquia, quizás, o un broche en forma de arpa. Aunque esto es un artificio, y es más dado a verse en los aspirantes y los seguidores de los verdaderos Juglares que en éstos.

Historia del Gremio de los Juglares

Dada su tendencia hacia el individualismo creativo, los Juglares no se consolidaron como Gremio durante mucho tiempo. Incluso entonces, su principal motivación (aparte del amor compartido por la música) fue la necesidad de «defensa» frente a los demás Gremios, no un deseo de trabajar juntos. Como artistas en solitario o pequeños círculos, se dedicaban a su oficio a su manera y solían aprovecharse de su popularidad como intérpretes para acceder (e influir) a los niveles superiores de la sociedad del Inframundo.

Pero en los años previos a la revuelta, los Juglares vieron menguar su influencia frente a otras fuerzas. Algunos de los Juglares más poderosos, incluyendo algunos cuyos nombres los Animados aún reverencian (como Taliesin el Bardo y Homero) se responsabilizaron de hacer frente al problema fundando un Gremio propiamente dicho. Este «Concejo de Poetas», como pronto sería conocido, usaba lógica, persuasión y a veces sobornos para ganarse a muchos Juglares a su causa, pero otros rechazaron sus propuestas. Estos «Ruiseñores» que tercamente se negaban a ceder su independencia, a veces trabajaban activamente contra el Concejo o perturbaban sus intentos por unir a los Juglares. Irónicamente, dado que solían tener que colaborar para ir contra el Concejo, los Ruiseñores evolucionaron hasta ser una organización en sí misma, y ésa fue la clave de su ruina.

El Concejo desafió a los líderes de los Ruiseñores a una competición musical, en la que el bando vencedor determinase cómo procederían los Juglares en adelante. Los Ruiseñores, convencidos de que su «libertad» significaba que su arte era mayor, accedieron. Pero un jurado de Anacreontes dio unánimemente la corona de laurel al Concejo. Las leyendas afirman que el Concejo ganó porque su cuarteto más talentoso viajó a un lugar donde dos Derroteros se cruzaban para aprender música secreta de una abrumadora belleza de un oscuro y misterioso espíritu, pero si le preguntan, cualquier Juglar negará tal explicación o se reirá de ella.

Tras acabar la competición, la mayoría de Ruiseñores se unieron al Gremio, pero el naciente grupo apenas se había establecido cuando los Artesanos desataron la revuelta contra Caronte. Los Juglares, románticos hasta para ser wraiths, no pudieron evitar unirse a la noble batalla ya que, llevase ésta a una gloriosa victoria o estuviese condenada desde el comienzo, inspiraría grandes canciones. Pocos Juglares combatieron en el frente de la revuelta. En su lugar, desde sus puestos en las cortes de los Anacreontes y los hogares de los poderosos, esgrimieron su influencia como arma con la que desviar los esfuerzos contra la rebelión o sirvieron como espías para la causa de los Gremios. Muchos Juglares interpretaron su papel tan bien que incluso tras la Ruptura aún fueron capaces de influir con sutileza a los grandes y poderosos de la isla.

Desde entonces, los Juglares se han centrado principalmente en sus intereses artísticos y comerciales en lugar de en maquinaciones políticas. Pero saben cómo funciona el mundo, así que mantienen los pies en la tierra incluso aunque suelan tener la cabeza en las nubes. Y, ¿quién sabe cuándo otra causa avivará los fuegos que arden en la mayoría de las almas de los Juglares hasta que sean una llamarada que les empuje a la acción?