Descubre a los Señores de la Sombra, la tribu más política, despiadada y pragmática de Hombre Lobo H20. 

Conoce a los Señores de la Sombra, Tribu de Hombre Lobo: El Apocalipsis 20º Aniversario

En el universo de Hombre Lobo H20, los Señores de la Sombra representan uno de los grupos Garou más fríos, calculadores y políticamente habilidosos. Su filosofía se resume en una frase: los fuertes dominan; los débiles se someten. Esta mentalidad despiadada define su papel dentro de la Nación Garou y de toda la sociedad lupina.

Intensamente políticos y fríamente pragmáticos, los Señores de la Sombra practican una jerarquía interna estricta y promueven una visión de poder despiadado dentro de la Nación. Su sola presencia genera divisiones: otras Tribus desconfían de sus tácticas manipuladoras o sostienen que su implacabilidad es señal de corrupción. Aunque algunos creen que deberían ser expulsados por completo, su valor estratégico y habilidad para conseguir resultados evitan que esto ocurra.

La vida entre los Señores de la Sombra es tanto opresiva como inspiradora. Enseñan a los Cachorros a temer y a venerar por igual a sus mayores. Pero esta tribu también es una meritocracia: quienes poseen ambición y capacidades concretas para triunfar avanzan más rápido que aquellos que confían en un sentido de derecho injustificado.

Los Lupus de la Tribu suelen absorber primero este instinto de dominio antes de cultivar habilidades más humanas como la política o la manipulación. Los Metis, por su parte, parten con claras desventajas, pero su posición les permite aprender rápidamente los entresijos de las intrigas y maquinaciones de la tribu.

Fortalezas y debilidades tribales

La mayor fortaleza de los Señores de la Sombra es su capacidad para producir campeones fuertes y astutos: sus líderes han ganado su lugar pulimentando sus habilidades sin descanso. Sin embargo, su mayor debilidad está en la feroz competencia interna. Aquellos que están por debajo codician las posiciones superiores y los que están por encima defienden celosamente su poder. Esta lucha constante ha costado a la tribu reveses significativos, incluso en su búsqueda permanente de dominación.

Esta filosofía despiadada ha sido parte del corazón de la tribu desde su fundación en Europa del Este. Durante el Impergium, no mostraron piedad al seleccionar a quienes estaban a su cargo. Tras el final de ese periodo, todavía creían que los humanos debían temer a la oscuridad que los rodeaba.

Intrigas, alianzas y traiciones

Con el paso de los años, los Señores de la Sombra han forjado alianzas con todo tipo de entidades, a menudo traicionándolas cuando la oportunidad se presentaba. Estas alianzas incluso incluyeron tratos con otras criaturas de la noche, como vampiros, aunque jamás sin reservas ni planes tras bambalinas. No es buena idea ser visto en compañía de una Sanguijuela, incluso si se planea traicionarla después.

A pesar de su crueldad, muchos Señores de la Sombra siguen siendo leales a la causa de Gaia. Se dedican a socavar a los líderes débiles y a poner a prueba la fortaleza y la lealtad de otros Garou. Si alguien muestra signos de ceder ante el Wyrm, es muy probable que un Señor de la Sombra sea el primero en notarlo y en emplear esa información para su beneficio.

Según ellos mismos, solo los débiles o los corruptos tienen motivos para temer sus investigaciones. Y como son ellos quienes definen qué es ser “débil” o “corrupto”, pocos cuestionan esa afirmación sin enfrentarse a sus consecuencias.

Los tiempos finales y el papel de los Señores

En la era actual, los Señores de la Sombra ven debilidad por todas partes. Los Colmillos Plateados parecen seniles cuando se les necesita. Las tribus luchan entre sí cuando deberían unirse contra el Wyrm. La autoridad de la sangre real ha fallado y los llamados a la reconciliación han sido ignorados o rechazados.

Quizás lo único que pueda unir a la Nación Garou sea el miedo. Si eso es lo que se necesita, y si los Garou requieren una garra de hierro para mantener su unidad, los Señores de la Sombra sin duda aprovecharán esa oportunidad cuando llegue el momento.