Tu arte y tu ciencia en Mago: La Ascensión 20º Aniversario
Descubre la esencia de Mago: La Ascensión, el juego de rol donde la magia es acción, conocimiento y voluntad. Aprende a alterar la realidad, desafiar los límites del poder y comprender las consecuencias de obrar milagros.
La Magia en Mago: La Ascensión es más simple de lo que parece. Juega a Mundo de Tinieblas y conoce más en la noticia rolera de hoy.
Mago: La Ascensión 20.º Aniversario
Según la estimada Damiana Silverwitch, «la Magia es el bello arte de levantar el culo del asiento y hacer algo». Esta tosca poesía revela una simple verdad: la Magia es un verbo. Es activa, un medio de lograr un fin. Por muchos rimbombantes galimatías metafísicos que se vinculen a sus conceptos, el fundamento de la Magia se puede reducir a una palabra: acción.
Hay otra palabra que podría asociarse a la Magia, una aparente herejía, lo que no hace esa asociación menos cierta: tecnología. Verás, la palabra “tecnología” significa, en cierto sentido, “habilidoso conocimiento del Arte”. Y aunque “logos” también puede traducirse como “palabra” o “habla”, esa palabra de raíz griega tiene una connotación de profunda conexión y revelación espiritual, un toque de “Yo y el Arte y el Conocimiento somos Uno”.
Como dijo Crowley, la Magia es un arte y una ciencia. Expresa una verdad interior mediante un refinado entendimiento. Así, cuando quieras aprehender en tu cabeza los escurridizos conceptos implicados en la Magia, ten en cuenta esto: la Magia es la ingeniosa ciencia de hacer cosas.
¿Qué clase de cosas? ¿Y cómo puedes hacerlas? Vamos a hablar un poco de eso…
Lo básico
¿Puede todo el mundo hacer Magia? En cierto sentido, sí. Toda persona consciente (y cuando digo “persona” no me estoy refiriendo sólo a seres humanos) es un agente de cambio intencionado. Parafraseando a Descartes, “piensas, luego haces”. Al decidir por ti mismo lo que quieres y luego cómo vas a conseguirlo, emprendes acciones que hacen que tu mundo se mueva hacia adelante. Cuando eliges, alteras el mundo. En ese sentido, toda entidad pensante hace Magia.
Pero no como nosotros.
Milagros a mano
Como dije antes, los magos somos agentes del cambio. Nuestras decisiones reforman la realidad a gran escala y, puesto que hemos Despertado a esa posibilidad, nuestro conocimiento es más profundo y nuestros cambios son mayores de lo que pueden alcanzar los no Despertados.
Pero hay un problema: nuestras elecciones también tienen consecuencias mayores.
Una vez hemos aprendido lo que podemos hacer y hemos refinado suficiente Voluntad Iluminada para lograrlo, podemos obrar milagros. Los magos Despertados pueden invocar el rayo, ver a través del tiempo o manipular los elementos. En los niveles superiores de nuestra capacidad podemos transmutar objetos, proyectar nuestra consciencia, estar en varios lugares a la vez o saltar abismos de tiempo y distancia. Incluso podemos crear vida. En ese sentido, entonces, nos convertimos en algo parecido a dioses.
Y, si estás familiarizado con la mitología, sabrás cuántos problemas pueden causar los dioses.
No hay billetes gratuitos
Nada sucede en el vacío. Las cosas que haces regresan a ti. Cuando tienes la Voluntad de obrar un cambio importante, cambias otras cosas que escapan a tu control. Entonces, una gran parte de la Magia está relacionada con la sabiduría de determinar qué cambiar, cómo cambiarlo, cuándo no cambiarlo y cómo prepararse para las consecuencias cuando lo haces. Porque siempre hay consecuencias. En el tren de la Magia no hay billetes gratuitos.
Esas consecuencias también pueden ser oscuros milagros. Podemos enloquecer, desaparecer, alterar el mundo que nos rodea mediante nuestra presencia… También podríamos atraer la atención de misteriosas entidades, irritar a los lugareños o incluso explotar. Cuanto mayores sean los cambios, mayores serán los riesgos. Cuando apuestas a lo grande, puedes perder a lo grande. Un mago que desea sobrevivir a su naciente divinidad aprende cómo invocar su Magia de formas que maximizan el beneficio y minimizan a su vez los contragolpes a los que se arriesga.
Cuando aprendes a usar la Magia escarbas en los niveles inferiores de tu ser y de lo que te rodea. Aprendes cómo (y cómo no) tomar decisiones. Aprendes a cambiar la realidad para que se acomode a tus necesidades. Y, al hacerlo así, aprendes que puedes envolverte en la paradoja de estar en dos realidades al mismo tiempo… y, al final, una de las dos tendrá que ceder.
El Efecto Paradoja en Mago: La Ascensión
Imagínate la Magia como una “cúpula del trueno”: dos realidades entran, una sale. En el mejor de los casos, triunfará la que has creado tú.
Si no es así, tienes un problema.
Tenemos la costumbre de llamar a este problema “Efecto Paradoja” o, sencillamente, “Paradoja”. Sí, con mayúsculas, para mostrar lo grande e importante que es el concepto, porque este tipo de Paradoja puede patearte el culo. Hay un millón de explicaciones metafísicas de qué es, cómo funciona y qué podemos hacer para evitarla, pero la más simple es: La Paradoja es lo que sucede cuando dos visiones de la realidad coexisten en el mismo lugar al mismo tiempo hasta que una cede.
Y si es la tuya la que cede, descubrirás todo un mundo de dolor.