Diario de diseño de Edén

Gabriel Soriano, autor de Edén, nos cuenta la verdad oculta tras el juego de rol desvelando su entrevista en exclusiva con Cuarto Milenio.

Hay veces en la vida en que tienes que decidir exponerte o no, decidir si haces (o dices) algo que hará que la gente cambie su opinión sobre ti para siempre.

Esta historia empieza hace aproximadamente un mes, cuando Nosolorol me dice que porqué no escribo un artículo contando mi paso por el programa «Cuarto Milenio».Así que ahora sí que os contaré la historia desde el principio; no, esta historia no empieza con Nosolorol, empieza con Carmen Porter.

Estaba yo este verano en las jornadas Ludo Ergo Sum (LES) y el equipo de Nosolorol se acerca y me dice «¡Gabriel, están ahí los de Cuarto Milenio!»; me imagino a la pobre Carmen Porter, con su micrófono por allí intentando hacer un reportaje sobre los juegos de rol, y cada dos por tres alguien diciéndole «¡Pues tienes que hablar con Gabriel Soriano! Ha publicado un juego de rol con Annunakis, Reptilianos...».

Finalmente se me acercó y me dijo «¿Tú eres Gabriel?! ¡Ya tenía ganas de conocerte!»; estuvimos un buen rato charlando, casi siempre off the record, y la verdad es que Carmen es fetén, le hablé de Edén, le enseñé el manual, le pregunté cosas del programa, le dije que era fan de ellos desde Milenio 3. Ella me pregunto cosas del mundo de los juegos de rol y me pidió el contacto; fue una conversación interesante, pero bueno, ahí quedó la cosa.

La siguiente parte de esta historia ocurre en mi imaginación, y de la siguiente manera: llega el cumpleaños/aniversario/santo o vete a tu a saber qué día se acercaba y que requería que Carmen le regalara algo a su marido el Señor Jiménez, que, imagino, no tiene que ser alguien fácil de regalar; me imagino a Carmen acordándose del simpático "chalao" de los pelos locos que conoció en aquel evento de frikis y pensando «mira, si en el libro/juego/loquesea que me enseñó este chico hay Ovnis y abducciones a Iker le va a gustar. Además que seguro que por malo que sea el libro mi marido se ha leido cosas peores». Hasta ahí lo que yo creo que pasó.

Lo siguiente que pasó es que recibo una llamada.

- ¿Si?

- ¡Hola! ¿eres Gabriel Soriano? ¿El autor de Edén?

- mmmm si…

- ¡Encantado! Soy Iker Jimenez, del programa Cuarto Milenio. ¿Tendrías un rato para charlar?"

- ¡¿Que si tengo un rato para charlar con Iker Jimenez?!, ¡Joder! Va a ser que sí.

El caso es que mantuvimos una conversación telefónica bastante larga donde me contó que había llegado a sus manos un ejemplar de Edén, que le había encantado, que conocía el trabajo de Raulo (por lo visto ya había hablado en Milenio 3 de su «Aguas Calientes», un cómic que, por temática, está muy relacionado con el libro de Iker «Paraíso Maldito». Me estuvo contando también que hace unos días, antes de grabar un reportaje, incluso les dirigió una partida en el estudio a Carmen, Enrique de Vicente, Lorenzo Fernández y dos miembros más del equipo técnico del programa (bueno, por lo que me contó que hicieron más bien los sentó, les explicó lo que era una partida de rol, les resumió la ambientación de Edén y les leyó por encima la aventura de «La Búsqueda del Fuego»). En esas casi dos horas de conversación me hizo hincapié en que se había divertido mucho encontrando multitud de guiños ufológicos en el manual.

Y esta historia acaba aquí, bueno, al final de la conversación me invitó al programa, fui a Madrid a principios de noviembre, lo grabamos, lo pasamos genial y hasta ahí puedo contar; no se cuando se emitirá y me pidieron por favor que no hablara del contenido del reportaje hasta que se emitiera.
Pero en las buenas historias el final siempre tiene que enlazarse con el principio, cerrar alguna movida conceptual que se presentó al comenzar la narración, y aunque esto más que una historia es una anécdota (o un «pego» como se diría en mi tierra) voy a ser obediente a lo que dictan los cánones.

Ahora es cuando debo decidir si me expongo o no, si cuento una cosa que hará que penséis que estoy chalao, y aunque tengo la opción de no hacerlo, lo voy hacer. En mi conversación con Iker, él empezó a enumerarme guiños ufológicos que encontró en Edén y le sorprendió ver algunos detalles y datos muy poco conocidos de algunos casos ufológicos concretos. Fue ahí donde le confesé que hay partes del manual de Edén que, aunque obviamente había escrito yo, no recordaba, ya que no recordara de donde había sacado tal o cual referencia ufológica-conspiranoica, sino que ni siquiera recordaba haber escrito esas partes del libro. Por supuesto, Iker flipó con mi confesión y me estuvo contando casos de escritura automática relacionada con la ufología, yo le decía que no tenía ni idea del porque, pero que durante la época que escribí Edén cada vez que corregía el texto me sorprendía encontrando fragmentos que no había escrito, al menos no de manera consciente.

Si puedo decir que no conté nada en la entrevista de esto que me pasó escribiendo Edén, pero sin embargo si lo hago aquí, ¡lo que no haga yo por Nosolorol! (modo pelotilleo ON), ¡hasta escribir esto haría por mi amada editorial en el día de los inocentes!.

28/12/2018 Nosolorol Ediciones https://www.nosolorol.com/img/nosolorol-ediciones-logo-14727449041.jpg https://www.nosolorol.com/
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