La Orden de Hermes en Mago: La Ascensión 20.º Aniversario

En Mago: La Ascensión, para Mundo de Tinieblas, los integrantes de La Orden de Hermes son los que definen mejor todo lo que un mago es y debe ser.

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Al igual que Salomón ató espíritus a su voluntad, Merlín crio a un mozo de cuadras para que fuera rey, o John Dee nombró imperio el reino de Isabel y lo ancló en el tiempo y el espacio en Greenwich, así también las Casas de Hermes hacen girar las ruedas ocultas del mundo.

Sus Artes son las más refinadas, su conocimiento el más exhaustivo, sus voluntades las más dedicadas a la excelencia. En muchas mentes, y muy especialmente las suyas propias, los integrantes de la Orden de Hermes son los que definen mejor todo lo que un mago es y debe ser.

Como la mayor y más organizada Tradición, la Orden de Hermes ha influido en la experiencia occidental de la Magia. Los Herméticos disponen de un inmenso abanico de secretos y protecciones. Su riqueza es vasta, sus Maravillas poderosas, sus bibliotecas dejan sin aliento. La Orden se jacta de contar con el mayor número de Capillas, Maestros y Archimagos. Sus logros incluyen la primera codificación del estudio Mágico, la formulación de las Esferas y, de hecho, la formación de las propias Tradiciones.

Aun así, la Orden se ha enfrentado a reveses y catástrofes: la pérdida tanto de su mayor Capilla, Doissetep, como de su Maestro líder, Porthos Fitz-Empress; la exterminación (algunos dirían «autodestrucción») de sus más poderosas luminarias; la devastación de inestimables archivos. Y aun así, la reacción de las demás Tradiciones parece ser un suspiro de alivio. ¿Por qué?

Porque los magos Herméticos son, sin excepción (y hasta el exceso), meticulosos, pedantes, majestuosos y arrogantes. El prefacio del venerable Libro de enseñanza, un grueso volumen presentado a cada nuevo aprendiz, captura esta actitud en un párrafo: «¿Qué mago de cualquier Tradición rival, con cualquier habilidad, puede jactarse de un conocimiento más amplio que el menor de nuestros Adeptos? ¿Qué otro mago puede ofrecer una pizca de teoría que apoye su Magia? El chamán aborigen con sus tambores y sonajas entrega su cuerpo a un espíritu que no conoce. El clérigo con su canción suplica como un niño el favor de las deidades. El Extático con su vicio arde como un meteoro y se desvanece, y la bruja con sus ritos de sangre aspira sólo a procrear. Hasta el Akáshico con su meditación y ejercicio busca satisfacción pasiva en falsas creencias. Mientras tanto, el Hermético de firme voluntad ordena: “¡Haz!”. Y es hecho».

Hasta las Tradiciones rivales aceptan la vasta y espectacular historia de la Orden. En el Antiguo Egipto, dos propicios precursores inventaron el alfabeto. El Archimagus Salomón vinculó muchos espíritus que aún sirven a la Orden hoy en día. Pitágoras fundó el culto a Hermes en Grecia. El Corpus Hermeticum, atribuido a Hermes Trismegisto, supone la base de la Tradición actual. Hasta los Durmientes recuerdan a unos cuantos Herméticos de esos tiempos de leyenda: Merlín, Paracelso, Saint-Germain, Cagliostro. Desde Gandalf a Crowley pasando por Potter, la aceptación popular de la Magia proviene de los arquetipos Herméticos. En el nuevo milenio, el grupo disfruta de más aceptación popular que nunca antes. Las Masas pueden no dedicarse a las Artes Herméticas, pero en una especie de creencia subconsciente, aceptan las formas de la Orden como el rostro de la hechicería occidental.

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15/05/2025 Nosolorol Ediciones https://www.nosolorol.com/img/nosolorol-ediciones-logo-14727449041.jpg https://www.nosolorol.com/
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