Too big to fail («demasiado grande para permitir que caiga»): Concepto económico empleado para describir un banco (u otra institución financiera) cuya quiebra tendría consecuencias sistémicas desastrosas sobre la economía.
Las fugas de capitales siempre entrañan sus riesgos, y en esta aportación de Ismael Díaz Sacaluga a Postnomicón Vol.1 explora el tema hasta sus últimas consecuencias. Los personajes jugadores comienzan como víctimas involuntarias, que no inocentes, de la empresa donde tratan de promocionarse. Pronto descubren a quién sirven realmente y puede que incluso les guste, aunque siempre hay que pagar un precio por tocar el cielo.
Es hora de vender, vender y vender a toda costa, para acceder a un poder mayor… o por puro miedo a perder lo que has conseguido. Venderle al necesitado o al entendido que sabe valorar tu producto. Venderle a tu propia familia si hace falta.
La Beckerbrown, Miller & Sorenson (BMS) es una de las principales gestoras de capital de riesgo que operan a escala internacional. Los personajes salen de juerga, celebrando su ascenso y su recién adquirida condición como activos de cuentas.
La fiesta se ve interrumpida por una llamada de los socios y les avisará que la vieja Tuld —más conocida como «dueña y señora de toda la BMS»— quiere verlos urgentemente para la firma de sus contratos. Es casi la una de la madrugada. ¿No puede esperar hasta mañana? La respuesta es no, por supuesto. Hoy conocerán el poder.
Estafas piramidales, deposiciones dolorosas, cultistas federales y una cosa terrible en el sótano que no deja de parir ojos son solo algunos de los componentes de una aventura para Cultos Innombrables donde el dinero nunca duerme.
