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Pues en ello radica buena parte de la diversión: en tratar de ser otra persona y actuar como ella lo haría, tanto en lo malo como en lo bueno. Y voto a tal, que no es el siglo XVII español mal lugar para escoger personaje, que los hay a puntapiés, desde enigmáticas damas de rostro embozado a valentones mulatos de mirada tan fría como grande es su bigotazo, desde envidiosos poetastros a la sombra de los más grandes hasta pícaros mendigos que te la dan a la entrada y a la salida, desde enriquecidos indianos venidos de allende el mar hasta hidalgos enloquecidos de tanto leer viejos libros de caballerías.
Y para que puedas escoger el que más se adecúa a tus intereses, Villa y Corte te ofrece, paso a paso, un método de creación de personajes en el que puedes escoger cada uno de sus atributos, habilidades y virtudes. Aunque si eres de los que prefieren dejar en manos de la dama fortuna las cuestiones más importantes (o, simplemente, el tiempo apremia y no te importa demasiado el personaje que vas a interpretar), también se incluye un método de creación aleatorio en el que tendrás que tomar muy pocas decisiones.
El primer paso para crear un personaje de Villa y Corte es elegir el Origen del mismo. Aunque buena parte de las comedias de este juego de roles transcurren en los reinos de la península ibérica, los personajes que participan en ellas pueden proceder de muy diferentes territorios del enorme Imperio que los Austrias han conseguido amasar.
Entre los orígenes que puedes elegir se encuentran Castellano, Catalán, Flamenco, Gallego, Indio, Morisco, Mulato, Tudesco, y muchos más. El Origen del personaje determina su posición social inicial, los idiomas que conoce y algunos rasgos más que dependen de cada uno.
En Villa y Corte la categoría o nivel al que pertenece un personaje lo indica su posición social. Existen cinco niveles sociales entre los que podemos elegir, pero el origen de un personaje condiciona muchas de ellas, tal y como se indicó en el primer paso de la creación del personaje (por ponerte dos ejemplos, un indiano nunca podrá pertenecer a la nobleza y un castellano tampoco podrá ser esclavo). Aparte de esos condicionantes, el jugador es libre de escoger la posición que más le interese para su personaje, pero debe escoger cuidadosamente, porque de ella dependerán otras decisiones que debe acometer en el futuro, como la profesión del personaje o la cantidad de rasgos de carácter.
Las posiciones sociales de Villa y Corte son Alta Nobleza, Baja Nobleza, Burguesía, Villanos y Esclavos.
La profesión de un personaje en Villa y Corte representa la principal forma de ganarse la vida (aunque puede que no la única) que ha tenido el personaje hasta el momento de comenzar a participar en las comedias de Villa y Corte. Aunque, en muchos casos, la profesión de un personaje es lo que todo el mundo entiende como tal, o sea, un ofi cio con todas las de la ley, con su sueldo, su horario y sus tareas (como puede ser artesano o alguacil, por ejemplo), en otros casos una profesión no es más que un estilo de vida.
A la hora de escoger tu profesión has de tener muy presente la posición social del personaje, pues no todas las profesiones son válidas para todas las clases sociales y muchas de ellas son exclusivas de una o varias posiciones concretas. Hay decenas de profesiones en Villa y Corte, como Alquimista, Inquisidor, Cortesano, Bandolero, Artesano, Poeta, Erudito, Militar, Mercenario, Pastor, Pícaro… Además, algunas tienen varias variantes.
En muchas ocasiones, la reputación y la honra de una persona es la de su familia y viceversa —sobre todo si el personaje pertenece al estamento nobiliario—. Aunque a nivel de mecánicas de juego, estos datos no son especialmente relevantes, sin lugar a dudas le otorgan profundidad, un pasado y, quizás, un objetivo. Y no es raro que un director de juego utilice la información familiar de un personaje en alguna que otra comedia.
Todos los personajes en Villa y Corte poseen las mismas ocho características, que se agrupan en dos grupos de cuatro: por un lado, están las cuatro características que representan el aspecto más físico del personaje (Fuerza, Agilidad, Habilidad y Resistencia) y, por el otro, las cuatro que determinan su carácter mental e incluso espiritual (Templanza, Percepción, Comunicación y Cultura).
Puedes repartir 110 puntos entre las ocho características teniendo en cuenta las siguientes restricciones: ninguna característica puede recibir más de 20 puntos; ninguna característica recibirá menos de 5 puntos (excepto Resistencia, que debe tener un mínimo de 10 puntos); por último, la profesión escogida por el personaje también obliga a invertir una cantidad mínima de puntos en dos características, consideradas las más importantes para dicho oficio.
A continuación se calculan los valores de Suerte, Puntos de Vida, Puntos de Fe, La Racionalidad e Irracionalidad y otras aspectos que dependen de las características principales.
Las competencias son todos aquellos conocimientos y pericias que un personaje ha aprendido o adquirido en el trascurso de su vida, ya sea mediante estudio, entrenamiento o el ejercicio de un oficio y que, por tanto, pueden mejorar a lo largo del juego.
Existen una serie de conocimientos y habilidades especiales que solo están al alcance de algunos. En Villa y Corte estas habilidades especiales reciben el nombre de «talentos», de los que hay cuatro tipos diferentes: las tretas de esgrima (maniobras de combate especiales), los hechizos (conjuros mágicos), los ensalmos (oraciones y rituales de fe) y las fórmulas alquímicas (recetas químicas que permiten elaborar productos maravillosos).
Los rasgos de carácter son todas esas cualidades o atributos que poseen los personajes y que se escapan en muchos casos de la mera información numérica y porcentual que ofrecen el resto de atributos, pues aportan información sobre el pasado del personaje, su constitución física, su modo de pensar, sus manías, sus vicios, etcétera. Podemos decir, por tanto, que los rasgos de carácter son todo aquello que diferencia a los personajes los unos de los otros y los hacen únicos y especiales.
Todos los rasgos de carácter cuentan con una puntuación positiva (de +1 a +5) o negativa (de –1 a –5). Los primeros, los que tienen un valor positivo, también reciben el nombre de Orgullos, pues suelen ser rasgos de los que el personaje puede enorgullecerse, mientras que los que tienen una puntuación negativa también son llamados Vergüenzas, ya que acostumbran a ser atributos que el personaje acostumbra a ocultar o esconder.
Llegados a este punto, nuestro personaje está prácticamente terminado. Solo queda decidir un nombre, su descripción física, su historial y los modificadores sociales.
Una vez terminado de anotar toda esta información en las zonas correspondientes de la hoja, ya tenemos acabado nuestro personaje y podemos comenzar de inmediato a jugar su primera comedia de Villa y Corte.